De vez en cuando un buena dosis de dulzura no duele.

Ingredientes para unas 10 unidades:
  • 250 gramos de harina.
  • 100ml. aceite de oliva virgen.
  • 25 ml. de vino dulce (Moscatel, Garnacha,...).
  • 25 ml. de ratafia.
  • 450 gramos de cabello de ángel.
  • 1 pizca de canela en polvo.
  • 1 cucharada de anís en grano.
  • 1 cucharada de caramelo líquido.
  • Azúcar para decorar.
ELABORACIÓN:

Cogemos un bol y mezclamos el aceite, el vino, la ratafia, el anís y la canela. Añadimos la harina tamizada y lo trabajamos hasta que nos quede una masa consistente y aceitosa. Dividimos la masa en 10 bolas iguales y entonces las vamos aplastando una a una entre dos papeles de horno y presionando con el rodillo hasta obtener una redonda de masa fina. Dividimos también en 10 partes el cabello de ángel y ponemos una porción en medio de cada redonda de masa, seguidamente la cerramos como si fuera una empanadilla y hacemos un pliegue para sellar todo el borde. Una vez las tenemos todas terminadas las ponemos en una bandeja de horno sobre papel, no hace falta echar aceite por que la masa ya lleva y por tanto no se pegarán. Las horneamos a 180 grados con calor arriba y abajo durante al menos media hora, las tenemos que ver bien doradas. Una vez fuera del horno hacemos una mezcla con el caramelo líquido y un poco de ratafía y pintamos los pastelillos, así al tirar azúcar por encima nos quedará bien pegado. Es recomendable comerlos a temperatura ambiente y no hay que sufrir para terminarlos (sacian mucho) todos en una sola comida, si los guardamos fuera de la nevera dentro de un envase hermético nos aguantan varios días en perfecto estado.