Una base digna para unas castañas muy originales, tiernas y dulces.

Ingredientes:

  • 1 masa de hojaldre.
  • 10-12 castañas.
  • 4 cucharadas de agua.
  • 4 cucharadas de azúcar.
  • 4 cucharadas de ratafía.

Para la crema:

  • 1 yema de huevo.
  • 15 gramos de harina de maiz (maizena).
  • 50 gramos de azúcar.
  • Ralladura de 1/2 limón y 1/2 naranja
  • 125 gramos de leche.

ELABORACIÓN:

1- Debemos empezar preparando la crema de la tartaleta. Ponemos la leche junto con las ralladuras de limón y de naranja dentro un cazo y lo ponemos a fuego medio hasta que apenas hierva. Paramos el fuego y lo dejamos enfriar unos 5 minutos.

2- Ponemos la yema de huevo, la maicena y el azúcar dentro de un bol y lo mezclamos con unas varillas. Añadimos la leche y lo mezclamos bien.

3- Volvemos a poner la mezcla en el cazo y lo ponemos de nuevo a fuego medio sin dejar de removerlo hasta que espese. Una vez hemos conseguido la textura de la crema la ponemos en un recipiente y la dejamos enfriar. Cuando esté a temperatura ambiente la tapamos con film transparente y la reservamos en la nevera.

4- Hacemos un corte en todo el perímetro de las castañas y las escaldamos en agua hirviendo durante unos 4 minutos. Mientras calentamos una sartén a fuego medio sin poner nada. Una vez retiramos las castañas del agua las ponemos en la sartén caliente durante un par de minutos. Este paso ayuda a abrir las castañas. Pasado este tiempo y en caliente, las acabamos de pelar.

5- En un cazo ponemos las castañas peladas con el agua, el azúcar y la ratafía. Nos interesa que queden bien cubiertas. Lo ponemos a hervir hasta que la salsa reduzca y las castañas queden cocidas. Debemos procurar de no removerlas mucho para que no se rompan.

6- Cortamos la pieza de hojaldre (nosotros hemos hecho una tira de 30 x 10 cm.). La ponemos encima de una bandeja de horno con papel cuisson y le pinchamos toda la superficie con un tenedor para evitar que suba demasiado. La horneamos a 180 grados durante unos 15 minutos o hasta que se vea dorada. Una vez cocida la retiramos del horno y la dejamos enfriar.

7- Repartimos la crema con una manga pastelera o una lengua por encima de la tartaleta. Seguidamente ponemos unas cuantas castañas y lo regamos con un chorrito de la reducción de ratafía. Si disponemos de un quemador de gas, podemos tirar un poco de azúcar por encima de la tartaleta y lo quemamos ligeramente.