Un pastel con una buena combinación de texturas y sabor tropical

Este pastel frío de coco y mango, a pesar de su apariencia, es muy suave, ligero y puedes comer un buen trozo sin quedar harto. Encontraremos una base de galleta con mantequilla, seguidamente una capa suave de leche de coco gelificada y finalmente una cubierta con mermelada de mango de sabor dulce e intenso.

A pesar de su atractiva apariencia es muy sencillo de hacer y no requiere muchos conocimientos de cocina. Podemos prepararlo el día anterior y así lo tenemos bien frío a la hora de servirlo.

Ingredientes:

Para la base:

  • 130 gramos de galletas tipo Digestive
  • 70 gramos de mantequilla.

Para el relleno de coco:

  • 1 lata de leche de coco 400 ml.
  • 200 gramos de leche.
  • 7 láminas de gelatina.
  • 100 gramos de azúcar.

Para la cubierta de mango:

  • 450 gramos de pulpa de mango. (1-2 unidades).
  • 3 láminas de gelatina.
  • 2 cucharadas de azúcar.
  • 200 gramos de agua.

Otros:

  • Un molde de 20 cm. de diámetro (puede ser de metal, silicona o de un solo uso).

Elaboración:

1- Antes de empezar debemos sacar la mantequilla un rato antes de la nevera, conviene que esté un poco ablandada. Una vez tenemos la mantequilla a temperatura ambiente la ponemos en una picadora junto con las galletas y lo picamos hasta que quede todo el conjunto bien triturado. Ponemos la mezcla en el molde, cubrimos toda la base uniformemente y lo presionamos para que quede bien compactado. Finalmente lo reservamos en la nevera.

2- Ponemos en remojo 7 láminas de gelatina en un bol con agua fría.

3- Mientras ponemos la leche con el azúcar en un cazo a calentar a fuego medio. Una vez caliente (no debe hervir) añadimos las 7 láminas de gelatina que teníamos en remojo. Removemos con unas varillas manuales, añadimos la leche de coco y finalmente lo seguimos removiendo un minuto más.

4- Retiramos el molde con la galleta de la nevera, le añadimos la mezcla de leche de coco y finalmente lo volvemos a poner otra vez en el frigorífico.

5- Seguidamente pelamos el mango y le retiramos el hueso. Cogemos un trozo, lo cortamos en dados pequeños y los repartimos por el interior del molde que tenemos en la nevera. Es importante hacerlo antes no nos cuaje el coco con la gelatina.

5- ponemos las 3 hojas de gelatina que nos quedan en un bol con agua fría.

6- Cogemos el resto del mango, lo cortamos en trozos y los ponemos en un cazo al fuego con el azúcar y el agua. Lo cocinamos a fuego suave durante unos 15-20 minutos. 7- Pasado este tiempo trituramos todo el conjunto con una batidora eléctrica hasta que quede con una textura muy fina. Seguidamente añadimos la gelatina que tenemos en remojo y lo mezclamos con las varillas manuales. Finalmente comprobaremos que el coco del molde que tenemos en la nevera haya cuajado y si es así añadimos la mezcla del mango.

7- Dejamos enfriar en la nevera todo el conjunto un mínimo de 3 horas. Una vez está todo el conjunto bien cuajado ya lo podemos desmoldar y lo servimos frío.