Una guarnición que puede superar al plato.

Las patatas fritas son un alimento que asociamos a la comida rápida y aparentemente fáciles de hacer, pero si le dedicamos algo más del tiempo habitual se pueden convertir en delicatessen. Tras recopilar muchas recetas buscando la perfección, os dejamos aqui la que creemos que es la más equilibrada entre el tiempo dedicado y el resultado final. Bajo un título bastante pretencioso se esconde lo que nosotros hemos considerado que ha de ser una buena patata frita: bien cocida y tierna en el interior y con una corteza crujiente por fuera.

INGREDIENTES:
  • 4 patatas.
  • Sal.
  • Aceite para freír.
ELABORACIÓN:

Pelamos las patatas y las cortamos gruesas, tal como se puede ver en las imágenes. Las ponemos en una cazo en el fuego bien cubiertas de agua y las hervimos durante unos 4 o 5 minutos, es importante que no queden cocidas del todo por lo que debemos conocer el tipo de patata que usaremos, en nuestro caso es una Monalisa. Una vez estan a medio cocer las escurrimos y las disponemos encima de una rejilla (como en la imagen) en donde no queden apiladas, es importante que la rejilla nos quepa en el congelador, ya que es ahí en donde tendremos las patatas entre hora y media y dos horas. Pasado este tiempo ya las podemos freir en aceite abundante y a fuego suave durante unos 5 minutos, para seguidamente subir el fuego a tope hasta dejarlas doradas. Las escurrimos bien, tiramos un pellizco de sal y ya se pueden servir.

patatas fritas 3 - retocada

SUGERENCIAS:

Una vez congeladas se pueden embolsar para acumular una cantidad más grande. Es importante que en el proceso de congelación no se peguen entre ellas, pero una vez congeladas ya se pueden juntar sin peligro.

Se pueden acompañar con una gran variedad de salsas, pero no recomendamos mezclarlo todo ya que se podrían reblandecer y perder su mejor virtud, la crujiente capa exterior.

patatas fritas 2 - retocada