Una sencilla combinación donde destaca el sabor a bosque de los rebozuelos.
El crostini es una base de pan casero o de focaccia que normalmente se rellena con higadillos de pollo o carne picada, aunque con el tiempo se ha acabado rellenando con casi cualquier combinación (como también ha ocurrido con las pizzas). Una vez terminados se hornean un rato y se sirven calientes.
Ingredientes para 2 crostinis.
- Pan de coca o pan de cristal.
- 2 cebollas.
- Azúcar.
- Chorrito de vinagre de Módena (opcional).
- 200-250 gramos de rebozuelos.
- Cebollino.
- Sal y pimienta.
- Aceite.
ELABORACIÓN:
1- Cortamos la cebolla en juliana y la ponemos en una sartén con aceite y una cucharada de azúcar, a fuego suave y tapada, durante unos 15-20 minutos. Lo vamos removiendo de vez en cuando, y cuando ya empiece a quedar transparente, lo retiramos del fuego y escurrimos la cebolla para que saque el exceso de aceite. Lo reservamos.
2- Limpiamos las setas. Si las limpiamos con agua las dejaremos escurrir un buen rato ya que nos podrían ablandar el pan.
3- Abrimos el pan y lo ponemos en una bandeja de horno. Disponemos encima una capa de la cebolla que tenemos confitada y seguidamente vamos repartiendo los rebozuelos.
4- Lo horneamos a 180-200 grados durante unos 5 minutos o hasta que veamos las setas cocidas.
5- Lo retiramos del horno y echamos unas gotas de vinagre de Módena, sal, pimienta, aceite y picamos un poco de cebollino por encima. Lo servimos caliente.
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